ANFITEATRO:
El Anfiteatro romano de Pompeya es el más antiguo anfiteatro romano que sobrevive. Se encuentra ubicado en la antigua ciudad romana de Pompeya, y fue enterrado por la erupción del Vesubio en el año 79, que también enterró Pompeya y la vecina Herculano.
Construido alrededor del 70 AC,
el anfiteatro actual fue el primer anfiteatro romano que se construyó
en piedra. Con anterioridad, habían sido construidos en madera. El
siguiente anfiteatro romano que se construyó en piedra sería el Coliseo
de Roma, que es posterior a este por más de un siglo. Se le llamó un spectacula
y no un Anfiteatro, ya que este último término no estaba todavía en
uso. Fue construido con los fondos privados de Quinctius Valgus y
Marcius Porcius.
TERMAS:
- Termas Estabianas
Apodypterium - Termas estabianas.
Las termas Estabianas se encuentran en el cruce de la Vía Estabiana y la de la Abundancia y son las más antiguas de la ciudad. Las termas muestran signos de sucesivas restauraciones, la última de
ellas tuvo lugar luego del terremoto del año 62. Estaba compuesta por
una sección masculina y otra femenina. Tenía un sofisticado sistema de
calefacción: el aire caliente circulaba bajo el piso y entre las
paredes.
Tanto la sección masculina como la femenina estaba compuesta por una sala de vestir (apodyterium), una sala con piscina de agua fría (frigidarium), de una sala templada (tepidarium) y de una sala muy calefaccionada (calidarium),
dotada de una bañera para agua caliente y de una fuente para abluciones
con agua tibia. Además había otros ambientes, algunos anexos al
gimnasio y una gran piscina para nadar al aire libre.
En la palestra de las termas existía un reloj de sol que tenía más de
200 años en el momento de la erupción, y conservaba una inscripción en osco que recordaba que lo había pagado el ayuntamiento con el dinero obtenido de las multas.
- Termas del Foro
Las termas del Foro, si bien no son las más grandes de la ciudad, son
de mucho interés debido a la elegante decoración y el excelente estado
de conservación del calidarium y del tepidarium de la sección masculina.
Dos corredores permiten, en el caso de las termas para hombres, el paso al apodypterium de donde se pasa al frigidarium, en cuyo centro se encuentra una bañera circular para los baños fríos; y al tepidarium,
decorada con fino estuco de la mitad del siglo I a. C. Allí se conserva
un gran brasero que servía para calentar el ambiente, donado por Marcus
Nigidius Vaccula. Del tepidarium se accede directamente al ambiente para baños cálidos, el calidarium calefaccionado con aire caliente que pasaba por el interior de las paredes dobles.
Esta habitación está dotada de dos bañeras: el alveus, de forma rectangular, para los baños calientes, y el labrum, con agua fría.
- Termas centrales
Las termas centrales fueron ampliadas luego del terremoto del año 62 y
para el 79 aún no estaban completamente terminadas. Eran exclusivas
para hombres, carecían de frigidarium, pero tenían un servicio del que carecían las otras termas: el laconicum,
un ambiente para baños de vapor con aire caliente y seco. Este
complejo, por la luminosidad y amplitud de los ambientes, su gran
gimnasio y la excelente calidad del material de construcción, se puede
asemejar a las termas de las grandes ciudades, incluida Roma.
- Termas Suburbanas
Se encuentran situadas justo extramuros de la ciudad, cerca de la Puerta Maria. Estaban en proceso de restauración en el momento de la erupción.
Fueron excavadas en los años ochenta, y eran una empresa comercial
privada, situada en los bajos de un edificio que tenía en el piso
superior viviendas y locales de otro tipo.
Sus dimensiones eran muy inferiores a las de los establecimientos
balnearios públicos del centro de la ciudad y no hay menor indicio de
que tuvieran una sección destinada a las mujeres; su principal atractivo
en cualquier caso, debía de residir en las maravillosas vistas que
tenía al mar, de las cuales podían disfrutar los clientes desde un
espacioso solárium.
Termas Suburbanas - Apodyterium
Lo que las ha hecho famosas son las ocho escenas de actividades sexuales de la parte superior de la pared del vestuario,
de las cuales se han conservado únicamente las pinturas de una de las
paredes, pero originalmente debían de decorar otras dos, presentando tal
vez veinticuatro variedades distintas de posturas para practicar el
sexo. Debajo de las escenas encontramos otras pinturas que representan
unas cajas o cestas de madera, todas ellas debidamente numeradas
(todavía pueden leerse los números I-XVI).17
Estos vestuarios no disponían de nichos empotrados para guardar la
ropa, sino que aún son visibles las huellas de un estante que recorría
toda la habitación por debajo de las pinturas, y en el cual habría
habido unas cajas o cestas individuales.

TEATRO Y ODEÓN:
Teatro grande
Adyacente al Foro triangular se encuentra el teatro grande, de la
primera mitad del siglo II a. C., construido a la manera del mundo
griego y helenístico, aprovechando la pendiente natural de una colina y
restaurado y ampliado notablemente en la época romana. El espacio
reservado a los espectadores estaba dividido en tres órdenes de gradas
de mármol. El escenario tenía las tres puertas clásicas.
El teatro tenía un gran pórtico cuadrangular bastante bien
conservado, donde los espectadores podían entretenerse antes del
espectáculo y durante los intervalos. Luego del terremoto del año 62,
este pórtico fue transformado en cuartel de gladiadores.

Teatro pequeño o odeón
El teatro Pequeño u odeón fue construido a principios del período romano
(80 a.C.) junto al Teatro grande. Tenía un tejado estable, fundamental
para la acústica
de la construcción; la presencia de este elemento, junto con los demás
caracteres constructivos, ha llevado a la identificación del edificio
con un odeón, destinado a representaciones teatrales y mímicas.












