Una magistratura es la dignidad, cargo y conjunto de atribuciones con las cuales, en
la antigua Roma, se investía a un ciudadano para que desempeñara
determinadas funciones relacionadas con la administración y dirección política
de la ciudad.
Las magistraturas se repartían el poder ejecutivo, el poder
civil y el poder militar, y la administración de la ciudad de Roma y más
tarde del Imperio.
Las instituciones políticas se iban reformando y acumulando de
acuerdo con las necesidades y la correlación de fuerzas entre los diferentes
sectores de la población. El régimen republicano se basó en tres pilares: las
magistraturas (cargos públicos), el Senado y los comicios o
asambleas. Existían distintas magistraturas.
Las ordinarias:
- Los cónsules. Eran dos y de ellos dependía la
prefectura de la ciudad estado. Eran la autoridad suprema civil y militar.
- Los pretores. Eran los responsables de la administración de la justicia: se ocupaban de las discusiones entre
ciudadanos romanos y de las
discusiones en las que intervenían forasteros.
- Los ediles. Formado por dos patricios (curules)
y dos plebeyos que se encargaban de la administración de la ciudad, como los
actuales regidores: obras públicas, fiestas...
- Los cuestores. Eran los encargados de la administración de los fondos
públicos y del control de los gastos civiles y militares, tanto en Roma como en
las otras provincias.
Estas cuatro magistraturas tenían un conjunto de
características comunas:
- Anualidad. La duración de los cargos era de un año y
cada año había elecciones.
- Colegialidad. Cada magistratura era ejercida por dos
colegas con la misma autoridad y derecho.
- Gratuidad. Los cargos no estaban remunerados y solo
podían aspirar los ricos.
- Progresividad. La carrera se iniciaba como cuestor y
para llegar a cónsul debían pasar por los cargos intermedios.
Otras magistraturas:
- Censores. Dirigían la revisión del censo de los ciudadanos cada cinco años
y controlaban los costumbres públicos. Al
final de su gestión organizaban un solemne sacrificio de purificación llamado
lustro, periodo de cinco años.
- Los tribunos de la plebe. Defendían la
plebe contra los abusos de los otros magistrados, casi siempre patricios, sobre
los que tenían derecho de veto. Convocaban y presidían el concilio de la plebe. Se consideraban sagrados.
Las magistraturas extraordinarias sólo eran escogidas en
situaciones de peligro excepcional para la supervivencia de la ciudad. Eran
dos: el dictador magistrado con plenos poderes, elegido
entre los ex alcaldes por un período máximo de seis meses y el
maestro de la caballería.
EL SENADO
Esta institución fue siempre el verdadero centro del poder político en la época de la República,
tanto por la autoridad y el poder personal de sus componentes, la pertenencia
de los cuales al orden senatorial era vitalicia, como por la importancia en sus
funciones en la política exterior e interior:
- Política exterior. Decisiones sobre declaraciones de guerra
y firmas de paz, asignación de gobiernos de las provincias, y de mandos
militares, etc.
- Política interior. Ratificación de las leyes hasta el siglo
III aC, dirección y control de la actuación de los magistrados, administración
de la hacienda pública, etc.
El número de senadores se fijó en trescientos a principios de la
República. La lista (álbum) era decidida cada cinco años por los censores entre
los miembros del orden senatorial , al que pertenecían todos los que habían
ocupado alguna de las magistraturas. El senador con un cursus honorum más
glorioso tenía el título de princeps Senatus. Los senadores que habían sido
cónsules (y sus descendientes) constituían la nobilitas, verdadero núcleo
dirigente de la política y de la sociedad romanas.
LOS COMICIOS
En el caso de la República romana se debe hablar de comicios o
asambleas en plural, porque, además de los Comicios curiata, herederos de la
ética poca monárquica y reducidos a funciones protocolarias, había dos tipos
más de comicios: los Comicios centuriados y los Comicios tributos.
- Los comicios centuriados. Su fundación se atribuye al rey Servio Tulio; pero debió ser posterior. En estos Comicios a los
Ciudadanos votaban, distribuidos según sus riquezas, en cinco clases o
niveles, cada uno de los cuales estaba dividido en un número determinado
de secciones o centurias (193 en total). Cada centuria tenía un voto. La
función principal de los Comicios centuriados era electoral: se elegían las
magistraturas mayores (pretores, cónsules, censores). Se reunía en las afueras
de Roma, en el Campo de Marte.
- Los comicios tributos. Tuvieron su origen en la primitiva asamblea plebeya (Concilium plebis), pero a partir del siglo III aC ya participaban
Todos los Ciudadanos, patricios y plebeyos. Votaban distribuidos en tribus o
distritos electorales, según el lugar de residencia: había cuatro tribus
urbanas y treinta una de rurales. Era la asamblea legislativa para Excelencia,
aunque se elegían las magistraturas menores (ediles y cuestores) ya los
tribunos de la plebe. Se reunían habitualmente en el foro.


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